Es raro. Todo está muy confuso. Las palabras que no paran de salir, las verdades se revelan y todo cambia. Valijas, bolsos, lugares nuevos y desconocidos. Gente nueva, saludos falsos, todo es distinto. ¿Querías un cambio? ahora lo tenes. Facultad, carrera, desafío. No es lo que era antes, pero lo ¿positivo? es que hubo una preparación previa. No fue tan shockeante. Aunque a mí todo me shockea, los cambios no me sientan bien. No ahora.
Una llamada y sonreís. Bien, algo lograste, no fue en vano. Pero ese vacío todavía está presente. No cumpliste todas tus metas, no estas lo suficientemente cerca de Dios, sos un número más, un contacto perdido en la infinita agenda de su BlackBerry. Y sin embargo existís. Y tenes un cuerpo, un sistema digestivo, infinitas cuentas (mas sumas que restas) que pensar, mantener en tu cabeza y (si te acordas) anotar. Sumas y sumas, como alguien normal. No te olvides que es todo para lograr tu meta final. Cada vez falta menos y ahí si, van a ser solo restas. O simples ceros.
Ahora un SMS. No se acordaron de vos, obviamente. Como ya no estoy en sus
Nada es lo que parece. Nunca confíes plenamente en alguien que no seas vos. Grandes verdades, puras mentiras. Tengo miedo. Tengo ganas de tener mi tiempo, y de empezar a jugar con
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Me sentí identificado con este texto. No sé concretamente qué te está pasando, pero alguna vez sentí algo muy parecido. Calma que con el tiempo las cosas se aclaran. Cliché pero verdadero ;)
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