Todo comenzó a las 7:30, en Idap, donde a primera teníamos el parcial de HISTORY. que pum que pam, que pam que pim, entregué la hoja cuando sono el riiiiing, habiendo contestada solo 2 de las 11 preguntas (de la primer parte), y con el resto hecho (creo) correctamente. Anyway, esa no es la parte CLAVE de este día. No, no. Luego de todo el día liceal (con rateo de taller incluído, sisi, estábamos ayudando a Bruno y puf! No nos dimos cuenta y terminamos riéndonos en la escalera o sacando ESA foto en el baño, JAJAJAJA). Sigo: Luego de todo el día liceal, me limité a caminar a casa, dejar la tabla (QUE ENCONTRÉ ¡ AL FIN ! ), bañarme, alimentarme, mirar E! para distenderme, y cuando se hicieron las 13:30 caminar (again) hacia Carve. Todo iba marchando con la misma monotonía de todos los Martes: pasan 174, algún que otro 2, 3 130 y 2 468 (uno Portones, y otro PlayaMalvín). Si mi mentalidad no hubiera cambiado in the past 2 weeks, me lo hubiera tomado, pero ahora se me ocurre esperar al amado (solo al vehículo, no a LAS guerdas) 148, el cual, en el mismo período de time, me deja a menos cuadras que el 468. Bueno, sigo con mi rutina. El 148 siemrpe pasa 13:40, 45. Hoy, para no romper la regla, lo hizo a esa hora también. Lo único fue, que en el asiento DE EL guarda (puse de y EL separado, para enfatizar), había una mujer con cara de "I'M BAD. BE AFRAID". No pregunten POR QUÉ, pero en cuanto LA ví, me acordé de Eli.
¿Por qué? (te dije que no preguntes POR QUÉ. Igual te respondo). Todo porque el domingo ella me contó que un día al subirse a un X bus, con un boleto de Euge, UNA guarda la descubrió Infragantti y tuvo que garpar. Ahora van a entender porque me acoerdé de ESE momento.
Subo, atrás de un chico que usaba una imitación RayBan, que pagó con $100 un boleto de $14. (Remember this). Llegó mi turno, y al darle la boletera la mujer mira el boleto, me mira (mepa que ahí tenía cara de nervios, porque me sacó la chafi al toque), y me dice "¿Este boleto es el últumo?", y yo, con voz de inocencia pura y seguridad contesté: "¡Si!". Ella me volvió a mirar, y me dice "Mirá los números". Yo al toque contesté "PERDÓN, pero en la boletera dice: 25079; son iguales" (o algo así). "Este boleto NO es el último" me responde, y yo con mi seguiridad a un 22% le digo: "Yo ahí no lo puse". "Yo tampoco", dice con un tono de burla. (le faltó gritar en el bus: "A VER, GENTE: ¿ALGUNO DE USTEDES PUSO EL BOLETO ACÁ?" Uff, ahí si que TRAGAME TIERRA). Luego ella vuelve a insistir con un: "Sí. Pero mira los últimos números. ¿Cuáles son?". "Ochenta y tres", dije con pocas esperanzas. "Bueno, -prosiguió- si este fuera el último sería 100, 50, 25 o 75". Con mi seguridad en -845 le dije con mi mejor cara de orgullosa y soreta: "BUENO. NO ME IMPORTA. ME BAJO ACÁ." La hubiera escupido, pegado. No se porque no se me ocurrió.
O sea, yo se que está en todo su derecho de decirme lo que quiera, pero ¿QUIÉN LA MANDA A SER MUJER Y TRABAJAR AHÍ? Yo prefiero a esos guardas jóvenes, que si pasara esto, te dejan pasar a cambio de una sonrisita inocente. JAJAJA. Y sí. Los del 468 siempre son así. Creo que vuelvo a mi ex rutina.
Y otra cosa más: ¿Vieron el chico de la imitación RayBay, el que dije que recordaran?. Bueno, a vos, pibe (porque ni hombre sos), te la podías haber jugado y me hubieras, AL MENOS, ofrecido pagarme el boleto, ¿No te parece?. Un poco de caballerosidad. LOS HOMBRES, a excepción de los guardas de los 468, SON TODOS IGUALES. (Vos también Martín).
De todas formas, prefiero tomarme el 468, caminar lo que camino por 18;
Recreo más la vista.
Recreo más la vista.
